LA NARRATIVA AUDIOVISUAL COMO ESTRATEGIA DE VISUALIZACIÓN DE GRUPOS MARGINADOS
IDENTIDAD Y REDES EN LA JUVENTUD MARGINADA DEL VALLE DE TOLUCA
Francisco Javier García Carrillo
Estoy estudiando un grupo de jóvenes marginados que viven en una Unidad Habitacional a orillas del municipio de San mateo Atenco, en el Valle de Toluca. Estos jóvenes son de los que ahora se les llama ninis, sin embargo el mote sirve más para distraer la atención de la profundidad del problema que es extenso temporalmente y transversalmente debido a que consiste básicamente en tres raíces que a lo largo de este escrito iré desarrollando: la disolución de las familias a causa de la explotación laboral, el no acceso a la educación a causa de las políticas económicas que convierten a nuestro país en un proveedor de mano de obra calificada, o sea, obreros, y, finalmente, el no acceso a empleos dignos que respeten los triunfos de las luchas obreras de antaño.
Sé que es posible percibir la conexión entre estos tres puntos: el neoliberalismo, cuyas premisas sostienen el nuevo orden mundial en la explotación excesiva de las clases trabajadoras, que van perdiendo toda posibilidad de escalar algún peldaño y se van convirtiendo cada vez más cercanamente en los protagonistas de un esclavismo posmoderno. Y es que la ilación no amerita un gran esfuerzo; no se educa a los futuros obreros, quienes a su vez tampoco podrán educar a sus descendientes, y en consecuencia formarán una estirpe de obreros que se expandirá históricamente como una nueva clase de ganado de sacrificio para que las clases dominantes puedan seguir viviendo en la perpetuación de la nobleza que la mundialización revistiera de democracia.
Me parece evidente la constante de la lucha de clases en la historia de la humanidad, y cómo el vaivén del poder ha obligado a entremezclar lo religioso, lo político y lo económico, y más interesante aún, como siempre ha habido discursos que van del mito a la teoría política, para sustentar lo que es obvio, que no todos se conforman con una idea de igualdad entre la especie humana, de modo tal que al amparo de cualquier argumento se han erigido desde siempre sobre las mayorías, buscando generalmente un bienestar de élite.
Históricamente es posible hilar esta tradición que evoluciona cambiando en la superficie, pero que en todo caso conserva siempre ese halo ventajoso que bendice a unos cuantos.
Actualmente las mejoras en las vías de comunicación y en las tecnologías de la información han permitido la ampliación de los horizontes de dominación a un escenario mundial. Hoy más que nunca América Latina viste el traje de obrero, como una veta que asegura las pensiones de los jubilados en Europa o Estados Unidos. La explotación de muchos permite el bienestar de otros y los excesos de una mínima minoría; pues al estrecharse las comunicaciones se formó una conexión interdependiente de carácter económico que viaja de país en país como ave de mal agüero, recogiendo la poca materia prima que aún logra producir nuestro convulsionado planeta, y deja tras de sí miseria e injusticia social.
En un contexto así es de esperarse que los árbitros de este circo de crueldad inhumana sean parte de las clases dominantes.
Una de las cosas que nos ha dejado la modernidad estructuralista ha sido el afán por legitimar a través del control y la estandarización, y en este sentido son las instituciones las que hasta el arribo del sin sentido se enarbolaban dogmáticamente como astros incuestionables. De esta pléyade los ministros son el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), dos de los ponzoñosos brotes que parió la segunda guerra mundial (si pensamos desde el eurocentrismo), y que sistemáticamente han ido concentrando la riqueza, direccionándola y forzando a los menos poderosos a tomar medidas emergentes que someten y encaminan a sus pueblos hacia destinos totalmente inconvenientes. Dentro del nuevo orden mundial se siguen aplicando en macro las mismas nociones de explotación feudales, sólo que ahora los latifundios son continentales.
Los impactos de este nuevo orden mundial tienen efectos específicos en los seres humanos. El estudio de lo macro es un escudo que los invisibiliza, tiñendo de generalidad a los individuos, bajo la careta de las cifras, siempre oficiales, de extensiones institucionales que son apéndices del discurso del imperio, como un intento de simular que el hambre y la marginación son algo abstracto que no trastorna vidas.
La presente investigación pretende hacer evidentes los efectos que estas políticas económicas tienen en las vidas de las personas, a través de hacer visibles los impactos que en la cotidianidad afectan sus condiciones acotándoles las posibilidades de desarrollo y bienestar. Esta descripción es también un intento por devolver a través de la narración en un mundo audiovisual, una parte del valor que la objetivación ha arrebatado a las vidas de los seres humanos, categorizándolos como ninis, pobres, marginados, clase baja, proletariado, entre una infinidad, y omitiendo sus nombres, como si al volverlos genéricos fuese diferente la realidad a la que se enfrentan.
De manera específica lo que interesa son las vidas de la parte de la población más numerosa en nuestro país, que al mismo tiempo son aquellos que se encuentran en plenitud física para el desarrollo de sus potencialidades como lo son el estudio, el trabajo, el esparcimiento, la producción artística, y en general, atraviesan la edad de mayor vigor y salud, pero que a su vez se encuentran en un contexto de marginación que los cerca, limita y envuelve, haciéndolos susceptibles al ambiente: los jóvenes.
A este respecto es de considerarse que joven es aquel que se encuentra entre los catorce a los veinticuatro años, e incluso hasta los treinta, dependiendo de la clasificación, pero además de la cuestión etaria conlleva otras características, como el interés y necesidad de construcción y desarrollo de su identidad. Esta característica es relevante debido a que estas identidades conforman comunidades que se suman al escenario social; en otras palabras, la cuestión de la identidad en contextos de marginación también participa en la conformación de lo social, y puede ser vinculado en parte con las políticas económicas impuestas por el BM y el FMI, debido a que al describir las conexiones que hay entre Neoliberalismo y la construcción de la identidad en los jóvenes marginados, se hace evidente este proceso de degradación social al que América Latina está sujeto, debido a que los Estados han comprometido a sus pueblos a una explotación que redunda en horarios extremos que terminan por distanciar a las familias y dejar de atender a los hijos, que en el caso de los jóvenes, requieren de una mayor dirección para la construcción de su identidad, quienes a su vez ven reducidas sus posibilidades de acceso a la educación pública como consecuencia del aumento de la población y la insuficiente inversión por parte del Estado, y que siendo de clase obrera es difícil pagar la educación privada debido a que los salarios, como parte del modelo neoliberal, son de alrededor de los $50.00 pesos al día, dependiendo la zona, lo que es risorio si se piensa en mantener una familia y enviarla a escuelas de paga, situación que desemboca en la poca instrucción escolar que sentencia como resultado a la juventud a la única posibilidad de acceder a empleos de salarios mínimos, sin prestaciones, vía outsoursing, como (reiterativamente) se imponen en el modelo neoliberal.
Es de trascendencia realizar este tipo de descripciones debido a que en su recreación se vuelven visibles, emergen en el escenario social y comienzan a cobrar relevancia como parte de la agenda, de manera tal que una vez traídas al reconocimiento, pueden comenzar a reflexionarse en pos de su abordaje.
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